Nuestros Servicios

Terapia Individual

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Terapia Individual es un proceso en el que un psicólogo trabaja de manera uno a uno con un paciente para abordar sus preocupaciones emocionales, mentales y conductuales. La terapia individual es un proceso personalizado y la experiencia puede variar según la relación entre el psicólogo y el paciente, así como los enfoques terapéuticos utilizados.

Terapia Pareja

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La terapia de pareja, también conocida como terapia matrimonial o terapia de relaciones, es un proceso en el que un psicólogo trabaja con una pareja para abordar y resolver los desafíos en su relación. La terapia de pareja es un proceso colaborativo que busca fortalecer la relación y proporcionar herramientas para enfrentar los desafíos de manera conjunta.

Terapia Familiar

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La terapia familiar es un enfoque terapéutico que involucra a varios miembros de una familia en el proceso de tratamiento, busca mejorar las relaciones y el funcionamiento global de la familia, reconociendo que los problemas de uno pueden afectar a todos. La participación activa y la disposición a trabajar juntos son fundamentales para el éxito de la terapia familiar.

Asesoramiento para Padres

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Nuestro servicio de asesoramiento para padres, es un espacio seguro donde puedas explorar tus inquietudes y recibir orientación práctica a las complejidades de la paternidad. Ya sea que enfrentes desafíos en la comunicación con tus hijos, preocupaciones sobre el desarrollo infantil o simplemente busques estrategias para fortalecer el vínculo familiar.

Orientación Vocacional

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Entendemos que la elección de una carrera es una decisión crucial en la vida. Nuestro servicio de orientación vocacional está diseñado para ayudarte a descubrir tus fortalezas, intereses y valores, proporcionándote la claridad necesaria para tomar decisiones informadas sobre tu futuro profesional. Ya sea que estés en la etapa de explorar opciones, cambiar de carrera o enfrentar indecisiones.

Evaluación Psicológica

Ofrecemos servicios de evaluación psicológica integral para proporcionar una comprensión profunda de diversos aspectos de la salud mental. Utilizando evaluaciones especializadas para abordar preocupaciones específicas, como trastornos del estado de ánimo, ansiedad, habilidades cognitivas y más. Brindamos un enfoque profesional y compasivo para ayudarte a comprender mejor tus fortalezas y áreas de crecimiento, facilitando así un viaje hacia el bienestar emocional y el crecimiento personal.

Cuando Acudir a un Psicólogo

Cuando presentes algunos de estos síntomas:

Sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza: Si te sientes triste, desesperanzado o desinteresado en las cosas que antes disfrutabas durante un periodo prolongado, podría ser indicativo de depresión.
Ansiedad o estrés: Si experimentas niveles de ansiedad que interfieren con tu vida diaria.
Problemas en las relaciones: Si sientes que algo no funciona en la relación con los demás, ya sea por conflictos con los demás o tener problemas para relacionarte socialmente.
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio: Si tienes pensamientos persistentes sobre la muerte o el suicidio, busca ayuda inmediatamente.
Duelo: Si has sufrido una pérdida significativa y tienes dificultades para recuperarte.
Inseguridad y baja autoestima: Si constantemente dudas de tu valía y de tus habilidades, te cuesta tomar decisiones
Problemas sexuales y de pareja. Si sientes que en tu relación o tus relaciones sexuales no son satisfactorias. 
Miedos y fobias. Si tienes algún miedo o fobia que te limite o condicione tu vida.
Cambios significativos en los patrones de sueño y apetito: Si experimentas insomnio, duermes demasiado o tienes cambios drásticos en tu apetito, puede ser el momento de buscar ayuda.
Dificultad para concentrarte: Si tienes problemas persistentes para concentrarte en el trabajo, la escuela o las tareas cotidianas.
Estrés y agotamiento: Si te sientes abrumado o agotado por las demandas de la vida, el trabajo, la escuela o las relaciones personales.
Comportamientos autodestructivos: Si recurres a comportamientos perjudiciales como el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas o la autolesión para lidiar con el estrés o las emociones negativas.
Dificultades para gestionar tus emociones: Si experimentas episodios frecuentes de ira o frustración que te resultan difíciles de controlar, cambios de humor o inestabilidad emocional.
Traumas. Si has vivido situaciones traumáticas en tu vida que te impiden vivir el presente con plenitud. 
Trastornos alimentarios. Si la comida es un motivo de conflicto o preocupación para ti o te preocupa tu peso.